Tipos de Industrias Creativas 🏭 y cómo potenciarlas en el medio digital ¿Y tú de quién eres?
Seguro que si has decidido emprender en el sector de las Industrias Creativas y Culturales o ICCs te habrás visto en la tesitura de tener que explicar qué es esto de la industria cultural y la cultura de masas ¿a que sí?
A mí me gusta explicarlo utilizando las palabras de George Bernard Shaw:
"La imaginación es el principio de la creación. Imaginas lo que deseas, persigues lo que imaginas y finalmente, creas lo que persigues"
¿Te imaginas a tu madre con la boca abierta diciéndote: "me he quedado como estaba"?
Yo sí. ¡Pero qué a gusto me he quedado! :D
Curiosamente es un sector lleno de 'sabores y colores' que está presente de forma constante en nuestras vidas, pero al no identificarlo como tal, nos resta potencia empresarial. A los que nos dedicamos a esto también nos cuesta saber dónde clasificarnos ¿verdad?
Por eso en este post voy a devanarme los sesos intentando definir, identificar, clasificar y buscarle las cosquillas al sector de las empresas culturales y creativas. ¡Casi nada!
También podrás abrir la puerta para saborear el potencial de tu proyecto creativo en el medio digital porque comunicación y cultura tienen que ir de la mano.
Así, cuando tu madre te pregunte a qué te dedicas y si tiene futuro, podrás explicárselo con todo lujo de detalles ¿Comenzamos?
Las Industrias Culturales y Creativas como motor del cambio
Lo único que está realmente claro al hablar de las ICCs es que su desarrollo tiene que ver con la creatividad y la cultura, que muchas veces son lo mismo, pero no siempre.
El término fue acuñado a mediados del siglo XX, por Adorno y Horkheimer y aunque como sector ya lleva dando caña en Inglaterra casi medio siglo, el sector de las Industrias Creativas y Culturales está en boga.
Para favorecer su promoción e impulso, surgen viveros, observatorios, espacios de creación, formación y subvenciones económicas en los que se implican no solo empresas privadas, sino también instituciones públicas.
¿La razón? Pues, entre otras, que la sociedad en que vivimos está cambiando y nos hemos dado cuenta de que somos mucho más felices cuando nuestro entorno cultural es rico y productivo, cuando disfrutamos del aprendizaje y de nuestro tiempo libre.
El mundo laboral tiene a flexibilizarse y a dejar que entre la libertad creativa y tengamos más iniciativa para desarrollar acciones que produzcan cambios significativos en nuestro entorno.
No hay que ser muy listo para darse cuenta, de que cuando somos felices (cuando lo es nuestro cerebro, por cierto), somos más productivos y no nos importa gastar más, invertir en calidad de vida, ocio cultural o en gamificación y, con ello, contribuimos a que el sector se presente como un verdadero motor económico y transformador.
Últimamente se habla incluso, de que el desarrollo tecnológico que tendrá lugar durante las próximas décadas y que tiene como base la robotización y automatización de muchos de los procesos que hoy son realizados por personas, contribuirá a transformar las profesiones del futuro.
Vamos, que mientras nuestro 'hombre de hojalata' no llegue a Oz y consiga su corazón, tendremos que contribuir con lo que mejor sabemos hacer, nuestra creatividad, que no es otra cosa que emocionarse con lo que uno hace, para poder emocionar con ello a otras personas: el corazón de nuestra marca.
Pero entonces ¿Qué son las industrias culturales y creativas?
La utilización de la palabra Industria viene determinada por una actividad que genera un producto susceptible de comercializarse y que produce un beneficio económico.
¿Por qué no sacar partido a nuestra creatividad y nuestra cultura transformándolo en productos y servicios que generen beneficios económicos, que reviertan sobre la sociedad y los individuos, generando empleo y riqueza?
Ixi Wood es una marca de accesorios de moda handmade, sostenible e inspirados en la naturaleza que tiene su base creativa en Gipuzkoa.
Yo los conocí hace ya algunos años, cuando presentaban sus primeros modelos de gafas de madera en unas jornadas sobre Industrias Creativas y hoy han demostrado que la singularidad y la responsabilidad social también pueden ser productivas y general riqueza, así que dale a los engranajes y ¡Se creativo!
Eso es exactamente lo que persiguen las industrias creativas o las empresas culturales, generar riqueza y enriquecimiento social a través de un producto singular o un servicio que nos ofrezca una experiencia emocional más allá de lo evidente, sin renunciar al proceso de transformación y a la sostenibilidad.
¿Necesitas un par de definiciones más formales?
Según la UNESCO
"Aquellos sectores de actividad organizada que tienen como objeto principal la producción o la reproducción, la promoción, la difusión y/o la comercialización de bienes, servicios y actividades de contenido cultural, artístico o patrimonial"
Por su parte el Libro Verde de la Industrias Culturales y Creativas, aprobado por la Comisión Europea en 2010 deja otra definición similar que aporta una visión más inclusiva y adaptada a otro tipo de profesiones más pragmáticas:
"aquellas que utilizan la cultura como material y tienen una dimensión cultural, aunque su producción sea principalmente funcional. Entre ellas se incluyen la arquitectura y el diseño, que integran elementos creativos en procesos más amplios, así como subsectores tales como el diseño gráfico, el diseño de moda o la publicidad"
¿Ya has elegido la tuya? 🍩 Echa un vistazo a las tipologías 👇
Tipos de industrias culturales y creativas
Metidos en harina, ya solo nos queda ver cómo se clasifican las Industrias Creativas, porque a lo mejor tenemos echado el ojo a la nuestra, pero existen muchas categorías, con una visión más o menos amplia de la cultura, pero todas centradas en la creatividad.
Como todo en esta vida las Industrias Culturales y Creativas ya han sido ‘requeteclasificadas’, con ligeras variaciones, dependiendo del país o la región dónde se realice el estudio o incluso de la visión u objetivos del mapeo de turno:
Patrimonio, Archivos, Bibliotecas, Libro y prensa, Artes visuales, Artes escénicas, Audiovisual y multimedia, Arquitectura, Publicidad y Artesanía
¿Crees que es suficiente?
Si todavía se te queda corto podemos especificar un poco más:
turismo, gastronomía, diseño, publicidad, arquitectura, arte, música, teatro, circo, danza, festivales, cine, ferias, televisión, radio, juguetes, editoriales, artesanías, videojuegos
También se merece un hueco, y así lo han visto algunos investigadores, la educación creativa, esa que trabaja para proporcionar alternativas al aprendizaje, a través de la gamificación o la experiencia.
“El aprendizaje es experiencia, todo lo demás es información” decía Einstein.
¿Eres más de memoria fotográfica? 👀 Echa un vistazo a la infografía.
¡Seguro que así ya le queda más claro a tu madre! ;)
Comunicación e Industrias culturales. Cómo potenciar tu proyecto creativo en el medio digital.
“Los ejecutivos tienen que dedicar cada vez más tiempo a temas como la cultura, los valores, el carácter y otras cosas no tangibles. En lugar de directivos, deben ser cultivadores y contadores de cuentos para ganarse las mentes”.- Leif Edvinsson
Si bien esta frase de Edvinsson, engrandece las mentes creativas dentro del mundo empresarial, no debemos olvidar (porque a veces se nos olvida) que dentro del sector creativo, también necesitamos tener una pizca de mente empresarial y una metodología para que sea sostenible.
Cuando ponemos nuestro producto o nuestro servicio creativo o cultural en el mercado, debemos tener claro por encima de todo que no vendemos cultura, un viaje, un concierto, gafas, una escultura, una feria, joyas, un videojuego, juguetes o el diseño para una nueva casa.
Lo que hacemos es ofrecer experiencias
Para ello necesitamos transformar nuestro proyecto en un conjunto de elementos de utilidad para nuestros clientes y que además cubran sus expectativas emocionales.
El medio digital es el mejor escaparate para conectar emocionalmente con nuestros clientes potenciales, estableciendo relaciones de confianza, utilizando las herramientas que nos proporciona el marketing para transmitir la singularidad de nuestro proyecto.
Pero ¿Cómo podemos satisfacer esa experiencia si no conocemos a nuestro público o a nuestros clientes?
Pues aunque a priori parezca un poco denso, toda metodología, como "conjunto de métodos que se siguen en una investigación científica, un estudio o una exposición doctrinal", lleva implícito una fase de estudio, observación y análisis.
Algo así como abrir con delicadeza una vaina de guisantes para descubrir lo que hay en su interior antes de ponerlo en el plato y añadirle los complementos que potencien su sabor.
Lo mejor que puedes hacer antes de diseñar tu comunicación es investigar toooodo lo que puedas sobre tus clientes potenciales, ellos te dirán todo lo que necesitan saber de ti.
¿Aún no tienes clientes? Echa un vistazo a los de la competencia.
Tu competencia siempre será un punto de partida a la hora de estudiar las posibilidades de desarrollo de tu empresa creativa, bien para aprovechar su experiencia, bien para no cometer su errores.
Con todo los datos que recojas, podrás diseñar a tu cliente ideal, el llamado buyer persona al que dirigirás todos tus mensajes y comunicaciones.
Pero recuerda establecer unos objetivos claros, aquellos que deseas conseguir con tus acciones antes de ponerlas en marcha, sino no tendrán sentido e irás dando palos de ciego.
Ya se que no tienes ocho manos 🐙 ¿Necesitas algunos tips para pillarlo todo?
🐙 Elige los recursos y herramientas para hacerte visible según la tipología de tu proyecto, los objetivos que desees alcanzar o el tipo de público al que te dirijas.
No es lo mismo gestionar una galería de arte que un festival de música rock
🐙 Sobre todo, digitalízate. Nada de utilizar las redes sociales sin tener una página web donde ofrecer toda la información necesaria sobre ti, tu proyecto y tu producto o servicio. Allí es donde te encontrarán tus clientes.
Tus web, tus comunicaciones o tus emails ponen de relevancia la singularidad de tu proyecto
Puedes utilizar landing pages para concentrar la información de tus eventos o el debut de tus proyectos.
🐙 ¿Contadores de historias? Sí, pero qué historias.
Como ya has definido tus objetivos para el medio digital no te será difícil dirigir tus historias para alcanzarlos.
Será un gustazo escucharte y conocerte mejor, porque tu experiencia es la mejor tarjeta de visita para tu proyecto.
El storytelling y el copywriting te ayudarán a contactar con las personas y darán forma a tus ideas.
🐙 Las redes sociales te ofrecen un amplio abanico de herramientas que puedes aprovechar para difundir tu proyecto cultural: hashtags, vídeos, webinars, grupos temáticos, curación de contenidos, promoción de eventos... No hace falta que los uses todos, puedes ir seleccionándolos dependiendo de tus objetivos.
Elige las redes sociales que puedan conseguir clientes para tu proyecto, no tiene sentido estar en todas partes si no te lee nadie. Malgastarás tus recursos y eso no te interesa.
🐙 No se trata de estar todo el día en boca de todos, pero en momentos puntuales será interesantes que organices un campana de influencers o que inviertas en publicidad en redes, te hará visible fuera de tu círculo habitual y eso te interesa.
También existen redes o plataformas especializadas para empresas creativas. Échales un vistazo por si te interesa hacer networking u ofreces servicios para profesionales.
A lo mejor te parece divertido abrir una entrada en la Wikipedia, pero te aseguro que es una forma muy efectiva de que te encuentren o de que encuentre tu proyecto ¡hazte wiki!
🐙 Reserva una parte de tu tiempo para conectar en el terreno personal, aunque te cueste hablar de ti. No somos robots, somos personas y hasta en el trabajo nos permitimos el lujo de hablar de nuestra vida personal. Guárdate algunas historias que se puedan contar y haz guiños a tu vida fuera del trabajo.
Humanizar las marcas y ponerles un corazón es el objetivo final de las redes sociales e incluso de tu web o tu blog. Algo de calor en un medio tan frío, siempre es necesario para sobrevivir. ¡Deja que lata con fuerza!
Seguro que después de leer el post estás deseando comenzar a darle caña al plan de comunicación de tu proyecto creativo.
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