Intensivo, la palabra de la libertad

Me río mientras escribo este post porque últimamente no pienso en otra cosa. Empiezo a parecer un actor del método y cuando me involucro en un proyecto no puedo parar. Sí, es verdad, estar en casa, para que mis hijos puedan contar conmigo en todo momento es mi prioridad, pero claro, eso no significa que no me apasione lo que hago y pienso en el proyecto mientras pongo la lavadora, preparo la chimenea o mientras...bueno, mientras me ducho.

Estas últimas semanas en Araxes Ikas Komunitatea no hemos parado, porque era prioritario dar preferencia a la consulta para instaurar la jornada intensiva de cara al próximo curso. Esta es una parte muy técnica en la que yo no he participado en mi modo creativo ni con mi contenido de marca, pero me encanta pensar que la visibilidad que le doy en las redes sociales hace que la comunidad se involucre tanto con los proyectos, que era algo que antes no pasaba.

Pues bien, después de la votación, que fue el jueves pasado, me quedé sin habla cuando vi que habían votado 100 de 103 familias ¿No es increíble?.

Esa jornada intensiva supone que los niñ@s acabarán de estudiar antes de la comida y podrán salir a comer a casa o quedarse en el colegio e incluso asistir a actividades complementaria como danza, teatro, música o deportes antes incluso de la hora de merendar.

A cualquier adulto que le preguntasen firmaría sin pensárselo ¿O no?