Contenidos Audiovisuales Inclusivos: prepara tu empresa para una Inclusión de género ajustada a la realidad

Tras el éxito de "Diseña Contenidos Digitales Inclusivos" llega un nuevo éxito "Contenidos Audiovisuales Inclusivos: prepara tu empresa para una Inclusión de género ajustada a la realidad"

Y es que cada día más, se hacen "amagos" de inclusividad en la comunicación por parte de las empresas, pero no es suficiente.

El mundo digital está lleno de estereotipos porque las marcas creen conocer a su audiencia basándose en decisiones de compra que no encajan necesariamente con los parámetros físicos o estéticos que nos imponemos.

Todavía hay empresas, sí, pero no diré cuáles, que eligen rostros normativos, acentos normativos, cuerpos normativos, colores normativos y familias normativas para ser la imagen de sus campañas porque creen que así venden más, pero lo cierto es que así venden peor.

Vivimos en un mundo diverso y es necesario, de nuevo, dejar de resistirnos al cambio porque la diferencia y la diversidad es la única realidad.

1. Representación de la mujer en contenidos audiovisuales

Aunque no existe un dato universal, según diversos estudios sobre análisis empresarial, se pueden identificar tendencias generales en torno a la comunicación inclusiva.

Ya sé que los datos aburren un poco, pero son el apoyo del que disponemos para basar nuestras argumentaciones en hechos.

Por eso comenzaré diciendo, que existen diversos y variados estudios que indican que, en los contenidos digitales de las empresas, las mujeres suelen estar representadas en al menos el 50–60% de los contenidos audiovisuales.

¡Oye! Pues no está mal, me dirás, pero es que esta cifra a menudo se centra en roles o imágenes estereotipadas, sin reflejar toda la diversidad.

Un alto porcentaje de publicaciones (en algunos estudios hasta el 40–50% que son casi todas en las que aparecen mujeres), tienden a relacionar a la mujer con roles de cuidado, educación, estética o incluso como mero ornamento.

La representación de mujeres mayores, racializadas y de estética no convencional, se reduce considerablemente, por debajo del 10–15%.

Pues bien, estos datos no dejan lugar a muchas dudas, y es que, si bien la imagen de la mujer en la comunicación de la empresas aparece de forma predominante, las mujeres con características fuera de los estereotipos tradicionales del mundo occidental, a menudo quedan subrepresentadas o invisibilizadas.

Este enfoque contribuye a reforzar estereotipos y fomenta la heterogeneidad contribuyendo a limitar a las mujeres dentro de nuestra sociedad.

2. Abordaje para la creación de contenidos audiovisuales inclusivos

Como señalaba en el punto anterior, si queremos contribuir a un mundo más justo, diverso y ético no podemos obviar la necesidad de diseñar contenidos audiovisuales más representativos de la sociedad en la que vivimos.

La justicia social tiene que imponerse al mercado para que la transformación sea real.

No podemos obviar que lo que no se ve, no se normaliza, se rechaza o peor aún, no existe.

Por eso es necesario definir nuestra identidad empresarial ¿Qué tipo de empresa deseas ser y cómo piensas contribuir al desarrollo de la sociedad en la que vives?

Puedes ser conservadora y quedarte en lo básico contribuyendo al greenwashing; o ser pionera y activista del cambio. Tal y como decidas ser ahora te recordarán las futuras generaciones.

Por eso, si tu empresa está enfocada hacia la inclusión y la sostenibilidad, piensa que el enfoque en la creación y el diseño de contenidos audiovisuales es mucho más sencillo que en la transformación y usabilidad del lenguaje en medios digitales, que, como ya hemos señalado anteriormente, plantea dificultades técnicas en el análisis de datos.

En el caso de la imagen solo tienes que comenzar por combatir la resistencia cultural y abordar el proceso de manera integral dentro de tu estrategia de comunicación. ¿Cómo comenzar?

1. Investigación y comprensión del público

Una de las herramientas más efectivas es la de realizar estudios y encuestas diversificadas, para conocer las percepciones y necesidades específicas de toda tu audiencia.

Y además involucrar a todas las personas de estos estudios en las fases de ideación y feedback para asegurarte de que su experiencia y perspectiva estén presentes en el contenido.

Transmite con sinceridad qué quieres lograr y cómo pueden ayudarte a conseguirlo.

2. Diversidad en el equipo creativo

El otro día escuchaba en un canal de redes a una mujer con diversidad funcional, hablar sobre la falta de representación de personas no normativas en la comunicación de las empresas en redes sociales ¿Por qué solo aparecen personas normativas si entre todas somos mucho más y hacemos el mundo mucho más rico?, decía.

Es complicado entender cómo se ve el mundo desde la perspectiva de otra persona, cada cerebro es completamente único y percibe la realidad desde sus propias experiencias.

Cuando además perteneces a una minoría infrarepresentada o invisibilizada, no respondes a los cánones de estética tradicional o perteneces a un sector de la sociedad minusvalorado, por diversas razones, género, edad, color de piel, etc. la comprensión de ese espectro e incluso la empatía, decae exponencialmente.

Es obligación de las empresas sostenibles darles voz en la sociedad.

Por eso asegúrate de que tu equipo de incluya diversidad de género, de edad, cultural, funcional y experiencial, lo que puede enriquecer la narrativa y evitar sesgos.

No seré yo la que diga que ser madre y mujer que retorna al mundo laboral pasada la edad considerada apropiada para desarrollarse profesionalmente, con intereses e ideas no normativas, no sigue siendo un handicap que limita las posibilidades laborales, porque lo es. Y ciertamente, con mucho que digan las empresas, eso no es inclusión ni sostenibilidad ¿verdad?

Si en cualquier caso, ya dispones de una plantilla y "no es posible" que sea más inclusiva de lo que ya es, ofrecer formación en temas de género, inclusión y accesibilidad a todas las personas involucradas en la comunicación de tu empresa, es imperativo.

Solo tienes que encontrar la voluntad para llevarlo a cabo.

3. Guión y narrativa inclusiva

Haz una auditoría de tus contenidos y adapta los guiones e imágenes para que no reproduzcan roles tradicionales o estereotipados.

Eso sí, ten en cuenta de que los estereotipos no se eliminan solamente sustituyendo a un modelo de persona por otro.

Poner a un hombre a barrer mientras intentas vender una escoba, es cuando menos insultante y risible, porque cambiar el papel que ejerce la mujer en la familia no tiene que ver solo con barrer y fregar los platos.

Crear nuevas narrativas visuales que reflejen la variedad de experiencias y desafíos que enfrentan las personas, destacando historias auténticas, te permitirá ofrecer una visión real y más ética de la realidad en la que vivimos.

No lo hagas sólo porque le va bien a la imagen de tu empresa, sino porque crees que es lo correcto.

Piensa que si tu compromiso en la difusión de comunicaciones inclusivas no es coherente con tus prácticas reales, eso es greenwashing. Utiliza narrativas que respeten y reflejen la diversidad sin caer en fórmulas forzadas.

4. Representación visual

El poder de la imagen personal y de la influencia es enorme en las comunicaciones empresariales, redes sociales o medios de comunicación online, pero esa influencia tampoco debe caer en el estereotipo.

La selección de imágenes y vídeos de archivo, las interpretes que aparecerán en imágenes y vídeos propios, las personas trabajadoras y consumidoras que aparecen en las comunicaciones, los testimonios de productos o servicios y las personas influyentes que son la imagen de la marca, tienen que representar de manera auténtica a toda la comunidad.

Recuerda que la estética también tiene que ser inclusiva y evitar estereotipos, porque no hay una única forma de representarse a una misma como persona, y ninguna es mejor, más elegante o profesional que otra.

Promueve una imagen que refleje diversidad, en cuanto a género, edad, tono de piel, estilo, moda, pendientes, tatuajes, cortes de pelo, diversidad familiar, etc. No pongas límite a la expresión ni a la forma de vivir.

5. Promoción y distribución

Asegúrate de que el contenido inclusivo llegue a públicos diversos a través de campañas específicas de difusión que lo promocionen.

No es fácil cambiar el paradigma social y tampoco la idiosincrasia de una empresa, por eso los comienzos requieren mayor esfuerzo y recursos, pero merece la pena.

Colabora con organizaciones estratégicas y personas que trabajen por la inclusión para aumentar la visibilidad y credibilidad de tus contenidos.

Implementar estrategias centradas en la inclusión y la sostenibilidad, mejora la representación de mujeres.

Pero también de las personas de cualquier edad o físico, mujeres racializadas o personas no binarias, entre otras muchas diversidades. No dejes a nadie atrás.

Contribuye con tu comunicación a un entorno digital más justo y equitativo y a una sociedad más sostenible para las futuras generaciones que no tendrán nada que ver con la tuya, pero a las que tenemos la responsabilidad de impulsar hacia delante. ¡Hablemos!