La felicidad está en el algoritmo

Intereses económicos, altruístas, funcionales, sociales... parece increíble que algo tan técnico como un algoritmo pueda causar tanta polémica.
Viajan por la red de forma masiva, noticias sobre este complejo sistema matemático-lógico que organiza la vida de todos los que visitamos de forma asidua o trabajamos en redes sociales.
No creo que os esté hablando de nada nuevo, pero por si hay alguien que aún no se ha enterado, nuestro magnate preferido Mark Zuckerberg, ha cambiado el algoritmo de una de las redes sociales más sociales que existen: Facebook.
Y os preguntareis ¿Y esto que supone? Pues en realidad, dicho algoritmo prioriza que en nuestro muro aparezcan noticias de nuestros familiares y amigos más allegados o con los que hayamos interactuado en algún momento durante las últimas semanas, aunque no les queramos volver a ver el pelo, sobre noticias e información emitida por cualquier tipo de marca, empresa o medio de comunicación.
Yo por mi parte, he dejado de ver en mi muro noticias que me interesan, de gente o páginas que me daban información muy valiosa para mi vida profesional o para tener unos contactos digitales con valor añadido, llenos de contenidos artísticos, procesos creativos, eventos, artistas, exposiciones, museos... y he pasado a ver un sinfín de vídeos de enternecedores gatitos porque en ocasiones me gusta participar ofreciendo mi engagement a causas de protección animal.
¿A quién beneficia el algoritmo? A mi no, ni profesional ni personalmente, tal vez a Mark, al que las marcas van a tener que pagar para que inserte nuestros contenidos en forma de publicidad pagada entre los gatitos de nuestros muros.
Aunque sus razones son en principio altruistas y funcionales, ya que alega que se trata de una estrategia para tener usuarios más felices y conectados con sus familiares y amigos más queridos, yo no lo tengo del todo claro.
También se ha puesto sobre la mesa que facebook quiere conseguir usuarios más activos. ¿Y eso que supone? ¿Que hagamos spinning mientras miramos la tablet? Pues no, supone que el usuario sea consciente de qué noticias quiere recibir. Algunos lo llaman la forma de burlar al algoritmo, pero siempre ha estado ahí. Os cuento.
En las páginas tenemos tres botones en los que hacer click: Me Gusta, Siguiendo y Recomendar. Si clickamos sobre Siguiendo, accederemos a un desplegable en el que pone: Ver primero, Predeterminado o Dejar de seguir. Si queremos que las noticias de esa página o amigo aparezcan en nuestro muro daremos a Ver primero.
Independientemente de que programemos nuestro facebook personal para conectarnos con quienes más nos interesa, profesionalmente tendremos que ingeniárnoslas para crear contenidos que nuestros seguidores quieran compartir, y no con cualquiera, sino con sus allegados. ¡Habrá que darle al coco!
¿Y a vosotros, cómo os ha afectado el cambio del algoritmo? ¿Han mejorado o empeorado vuestras relaciones digitales? Y sobre todo, como quería Mark ¿Sois más felices?
Y hablando de comunicación... recuerda, si te gustan mis post comenta o comparte para conocer el secreto de la felicidad ¡vamos a comunicarnos! ☔